En el Día Mundial sin Alcohol, la reflexión y propuesta de un profesor de psicología del deporte a sus estudiantes.

 


El Día Mundial sin Alcohol nos brinda una oportunidad importante para reflexionar sobre nuestras decisiones en torno al consumo de sustancias y sus efectos en nuestra salud física, psicológica y social. El propósito de esta reflexión es invitaros a considerar la capacidad de disfrutar de actividades sociales sin recurrir al alcohol, tabaco, porros o bebidas energéticas, y a apreciar la relevancia de cultivar el autocontrol, un valor esencial tanto en la vida personal como en vuestra futura práctica profesional.

Efectos y consecuencias del consumo de Alcohol

Creo que por nuestra trayectoria educativa, conocemos que el consumo de alcohol tiene múltiples efectos negativos en el cuerpo y la mente. En el contexto de la práctica deportiva, según Rehm et al. (2017), el alcohol puede afectar el rendimiento físico al deteriorar la coordinación motora y retrasar el tiempo de reacción, lo cual es crítico en deportes. A nivel cognitivo, el alcohol altera la memoria y la capacidad de toma de decisiones (Field, Wiers, Christiansen, Fillmore, & Verster, 2010), comprometiendo tanto el aprendizaje académico como el desempeño en el campo deportivo.

En los jóvenes, cuyas estructuras corporales aún están en desarrollo, los efectos son particularmente dañinos. El consumo compulsivo puede provocar daño hepático, trastornos metabólicos y alteraciones hormonales (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism [NIAAA], 2016). Los órganos, especialmente el cerebro, son altamente vulnerables. El cerebro adolescente, aún en desarrollo, puede experimentar deterioro cognitivo y daños estructurales que afectan la memoria y el juicio a largo plazo (Spear, 2018).

El abuso de alcohol a una edad temprana se ha vinculado a una disminución de las capacidades cognitivas, problemas de atención y dificultades de aprendizaje (Zeigler et al., 2005). Además, existe una relación directa entre el alcohol y el desarrollo de trastornos de salud mental, como depresión y ansiedad, aumentando la vulnerabilidad psicológica de los jóvenes (White & Hingson, 2014).

El consumo excesivo de alcohol está asociado con comportamientos de alto riesgo, como accidentes automovilísticos, violencia y comportamientos sexuales no seguros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que los accidentes relacionados con el alcohol son una de las principales causas de mortalidad en jóvenes de 15 a 24 años (OMS, 2018). Además, el abuso de alcohol puede llevar a problemas académicos, afectando el rendimiento y la permanencia en las instituciones educativas.

El inicio temprano del consumo de alcohol incrementa significativamente el riesgo de desarrollar dependencia alcohólica en etapas posteriores de la vida. El cerebro juvenil es particularmente susceptible a los efectos adictivos del alcohol debido a la plasticidad neuronal y la inmadurez de las áreas responsables del control de impulsos (Crews, He, & Hodge, 2007).

El Valor del Autocontrol y la Integridad Personal

Educarse para resistir las presiones sociales y no depender de sustancias es un signo de fortaleza y madurez. Moffitt et al. (2011) señalan que las personas con altos niveles de autocontrol tienen una mejor salud en la vida adulta. Como futuros profesionales en el ámbito de la actividad física y del deporte, parece relevante que en la etapa de formación universitaria se aprenda a gestionar los impulsos y a ser modelos a seguir para jóvenes que en el futuro dependa de nosotros/as su educación.

Desafío Personal: Un Fin de Semana sin Alcohol ni Sustancias

La propuesta, el desafío en este día mundial sin alcohol para este fin de semana podría ser: asistir a eventos sociales y disfrutar sin consumir alcohol, tabaco, porros ni bebidas energéticas. ¿Esto es posible … es posible para mí?  Se trata de experimentar en primera persona la capacidad para divertirse sin depender de sustancias externas. Si lo consigo, cómo creo que me sentiré, afectará negativamente a la relación con las que me divierto?

Perspectiva Profesional

Como futuros profesionales de las ciencias del deporte, la responsabilidad no solo es optimizar el rendimiento de los deportistas, sino también promover hábitos de vida saludables y educar. Aprender a practicar lo que predican es esencial para influir positivamente en los futuros destinatarios de nuestro trabajo. Según Martens, Ferrier, y Cimini (2007), los programas de intervención que abordan el autocontrol y la prevención del consumo de alcohol son más efectivos cuando los facilitadores son ellos mismos ejemplos de comportamientos saludables.

Reflexión final

El Día Mundial sin Alcohol es más que una simple campaña de concienciación; es una invitación a reflexionar sobre nuestras elecciones y el impacto que estas tienen en nuestra vida y en la de quienes nos rodean. Aceptar este desafío no solo es un paso hacia una vida más equilibrada, sino también un entrenamiento valioso para nuestra futura carrera como profesionales de la salud y el deporte.

 

Referencias

Crews, F. T., He, J., & Hodge, C. (2007). Adolescent cortical development: A critical period of vulnerability for addiction. Pharmacology Biochemistry and Behavior, 86(2), 189-199.

Field, M., Wiers, R. W., Christiansen, P., Fillmore, M. T., & Verster, J. C. (2010). Acute alcohol effects on inhibitory control and implicit cognition: Implications for loss of control over drinking. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 34(8), 1346-1352.

Martens, M. P., Ferrier, A. G., & Cimini, M. D. (2007). Do protective behavioral strategies mediate the relationship between drinking motives and alcohol use in college students? Journal of Studies on Alcohol and Drugs, 68(1), 106-114.

Moffitt, T. E., Arseneault, L., Belsky, D., Dickson, N., Hancox, R. J., Harrington, H., ... & Caspi, A. (2011). A gradient of childhood self-control predicts health, wealth, and public safety. Proceedings of the National Academy of Sciences, 108(7), 2693-2698.

National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism. (2016). Alcohol’s effects on the body. Recuperado de https://www.niaaa.nih.gov/alcohols-effects-body

Organización Mundial de la Salud. (2018). Informe mundial sobre el alcohol y la salud 2018. Recuperado de https://www.who.int

Rehm, J., Shield, K. D., Gmel, G., Rehm, M. X., & Frick, U. (2017). Modeling the impact of alcohol dependence on mortality burden and the effect of available treatment interventions in the European Union. European Neuropsychopharmacology, 27(8), 797-805.

Spear, L. P. (2018). Effects of adolescent alcohol consumption on the brain and behavior. Nature Reviews Neuroscience, 19(3), 197-214.

White, A. M., & Hingson, R. W. (2014). The burden of alcohol use: excessive alcohol consumption and related consequences among college students. Alcohol Research: Current Reviews, 35(2), 201-218.

 Zeigler, D. W., Wang, C. C., Yoast, R. A., Dickinson, B. D., McCaffree, M. A., Robinowitz, C. B., & Sterling, M. L. (2005). The neurocognitive effects of alcohol on adolescents and college students. Preventive Medicine, 40(1), 23-32.


 

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